
Relataron que cada vez que Alessa se presentaba a la casa situada en Elmwood (New Jersey) para mostrarle a su hijo videos de la guerra de Irak e instigarlo, se molestaban con el visitante. Se quejaron también de la burla de los norteamericanos hacia los dos presos. “Como madre jamás pensé que mi hijo pudiera caer en eso, porque esa no fue la educación que le di”, dijo la señora Almonte, describiendo al supuesto terrorista como un niño “sensible, noble bueno, pacífico e inteligente” Dijeron ambos que Almonte fue engañado por Alessa. “Lo único que sé es que mi hijo nunca hizo cosas malas y si las hizo, fue después que se juntó con ese otro muchacho, pero él no es así”.