Como los barahoneros siempre hemos sufrido de insomnio se ha tomado como estrategia darnos a beber una pastilla de discurso rancio y demagogo, lo que al parecer da resultados pues los medios de comunicaciones sacan rápido los temas del debate y comienzan a hibernar como oso en la última estación del año.
Tony "Cabeza" Fernández vino al Hotel Costa Larimar hace ya varios meses y presentó un magnífico proyecto de una academia para la formación de peloteros que se constituiría en un centro de convenciones, escuela de formación, presentación de eventos y otros atractivos, generadores de cientos de empleos, pero de eso nada se sabe.
El actual ministro de turismo ha dado a conocer en diversas ocasiones los proyectos para Barahona, destacándose el boulevard del malecón con su ampliación, el teleférico, entre otros atractivos para el desarrollo de la industria sin chimenea en esta zona, pero a la fecha todo yace en el olvido.
El señor Roberto Chetoni ha vociferado a los cuatro vientos su proyecto sobre las aguas termales de Canoa, y los inconvenientes siempre salen a relucir, dejando el mismo en carpeta con total indefinición. La hermosa maqueta que ha sido presentada sigue hibernando en carpeta.
El alcalde de Barahona puso al director provincial de Medio Ambiente, con asiento en Barahona, a expresar a un diario digital local que él iba a rehabilitar playa Las Saladillas; de eso hace ya meses y el hermoso balneario espera por el cumplimiento de la promesa.
Los funcionarios de la Oficina Coordinadora de Obras del Estado han manifestado en varias ocasiones que la Ciudad Universitaria que se construye en Barahona estaría lista para el presente año 2010, pero los atrasos que allí se observan ponen en dudas el plazo de término de la misma.
Dormir en invierno para despertar en primavera y salir a comer nuevas promesas; como las ardillas, así nos tratan a los barahoneros.
