Núñez dijo que la mala recolección del líquido puede acarrear consigo esa enfermedad lo que a su vez produce una diarrea aguda y puede llegar a convertirse en crónico.
“Durante la temporada ciclónica se presentan los problema para adquirir el preciado liquido y por lo general las personas almacenan agua para poder suplirse posteriormente“, acotó el galeno al participar en el XIX Congreso Nacional de Gastroenterología, celebrado este fin de semana en Punta Cana.
Reiteró que la falta de higiene en la forma de acopio del agua que se consume a diario puede producir gastroenteritis aparte de los males propios de la temporada como son la leptospirosis, malaria y dengue.
Explicó que en los niños puede producir un desbalance de hidroelectrolítico (perdida de líquidos) por las deshidrataciones severas, llevando esta situación a la desnutrición y hasta la muerte.
El galeno indicó que el caso de los adultos es un poquito menos agresivo pero puede llevar a colapsos vasculares cuando hay enfermedades mórbidas.
“Por eso siempre hay que tomar en cuenta los desbalance hidroelectrolicios que puedan presentarse y más en pacientes de edad avanzada que tienen enfermedades ya existentes y que pueden complicar su cuadro clínico”, expresó.
El especialista explicó que esta enfermedad es consiste en una inflamación del revestimiento del estómago y los intestinos; los síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea y calambres abdominales (dolores sordos o agudos).
También puede obedecer a una intoxicación por alimentos, reacciones alérgicas, o reacciones a ciertos medicamentos o alimentos.
Además, es una de las principales causas de mortalidad infantil en los países en vías de desarrollo, donde la desnutrición y enfermedades que disminuyen las defensas prevalecen sobre las demás.
